El compost es una de las maneras más rentables de reciclar los residuos sólidos urbanos (RSU), ya que así los utilizamos como abonos naturales. Desgraciadamente, nuestras ciudades no están preparadas para compostar todos los residuos de sus ciudadanos por lo que por ahora el compost se produce a nivel individual.
Este
proceso no es más que la fermentación de RSU en recipientes llamados
compostadoresque optimizan los parámetros de compostación para que se fermenten
los residuos con mayor rapidez.
No todos
los residuos valen para hacer compost, aunque sí la gran mayoría: restos de
cosechas, abonos verdes, siegas de césped, malas hierbas, ramas, hojas, restos
procedentes de las cocinas (como fruta y hortalizas), estiércol animal, plantas
marinas, algas y complementos minerales añadidos según las carencias de la
tierra donde se vaya a utilizar.
En caso de que los residuos sean muy voluminosos se suelen trocear o triturar
para acelerar la fermentación.
Para que se produzca compost en buen estado hay que regular ciertos parámetros:
- Debe estar a una temperatura entre
35 y 55ºC.
- La humedad tiene que rondar entre
el 40 y el 60%
- Puede llegar como máximo a un pH 8
y como mínimo a un pH 5.
- Se debe airear el compost para que
entre oxígenos ya que es indispensable para el compostaje.
-
Una relación C/N de 25-35
es la adecuada, pero ésta variará en función de las materias primas que
conforman el compost
-
La fermentación es
producida principalmente por bacterias y hongos. Por lo que los residuos han de
tenerlas para poder compostar.
